Ley de segunda oportunidad
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La Ley de segunda oportunidad, también llamada «mecanismo de segunda oportunidad», es una vía de negociación e incluso eliminación total o parcial de deudas cuando no exista posibilidad de hacer frente a su pago. Se trata de una herramienta jurídica que equilibra una mala situación económica del afectado con el derecho de crédito a favor de los diferentes deudores. Para poder ejercer esta nueva vía de negociación debemos partir de la buena fe del deudor, ya sea particular o autónomo; esto es: el deudor debe demostrar un historial tendente a acreditar la intención de hacer frente a los diferentes pagos sin que medien circunstancias contrarias a tal fin.
Por ello, debe probar que el concurso en el que se encuentra inmerso no sea declarado culpable; no haber mentido sobre su situación de insolvencia; haber intentado llegar a un acuerdo extrajudicial de pagos; no haber rechazado una oferta de trabajo durante los últimos cuatro años para puestos acordes a su capacidad profesional; no haber sido condenado por delitos patrimoniales, socioeconómicos o de falsedad documental; haber satisfecho los créditos contra la masa y privilegiados; aceptar su inclusión en el Registro Público Concursal y no haber accedido a beneficios de exoneración de deuda análogos al que nos ocupa durante los últimos diez años. Existe, además, un límite de cinco millones de euros de deuda que, en caso de superarse, impedirá el poder acceder a este mecanismo de refinanciación de deudas.