1230 - ¿Qué riesgos y medidas preventivas de riesgos laborales específicas existen en el sector agrario?

Los riesgos específicos más comunes del sector agrario se relacionan con la maquinaria empleada para la realización de labores agrarias y forestales; la exposición a productos químicos (ej.: plaguicidas, abonos y fertilizantes); los derivados de trabajos a la intemperie, así como la aparición de trastornos musculoesqueléticos en el sector.

a) Tractores y maquinaria agrícola

En el sector agrario, el trabajo con maquinaria pesada aumenta los riesgos, por lo que se imponen medidas preventivas adicionales. Los accidentes de transporte y el contacto con maquinaria constituyen dos de las causas de muerte prevalentes.

Casi todas las tareas agrícolas requieren el uso de maquinaria o vehículos, móviles (tractores, cosechadoras, carretillas elevadoras) o estáticos.

Además de los riesgos generales, los riesgos derivan de movimientos mecánicos producidos por esas máquinas (rotaciones de ejes, tornillos y otras piezas, movimientos de vaivén, oscilación o deslizamiento, o puntos de aplastamiento: heridas de cuchilla, proyección de trozos de madera o material). Y, además, una máquina puede entrañar más de un riesgo.

Por ello, la prevención abarca medidas de protección, de comportamiento adecuado y de supervisión. En primer lugar, hay que conocer bien cómo funciona una máquina antes de utilizarla, mediante formación del proveedor e indicaciones del fabricante. Conviene que lo conozcan, además, varios trabajadores. En este sentido: 

• Seguir siempre las instrucciones del fabricante al utilizar una máquina.
• Asegurarse de que los dispositivos de seguridad de los elementos móviles o de los árboles de transmisión están en su sitio.
• No quitar los dispositivos de seguridad ni desactivar las funciones de parada de emergencia.
• Evitar usar ropa ancha o con mangas anchas, calzado desatado, joyas, collares largos o cabello suelto.
• No manejar las máquinas si se ha consumido alcohol, drogas o medicamentos que causen somnolencia, si se tiene sueño o se está cansado o indispuesto, si no se tiene la formación adecuada, si no hay visibilidad o si no es seguro por cualquier otro motivo.
• No utilizar la maquinaria de forma prolongada, hacer pausas y descansos.
• Examinar cuidadosa y detalladamente la maquinaria antes de cada uso.
• Para repostar, apagar la máquina y revisar que las mangueras estén bien colocadas, no fumar y tener a mano el equipo antiincendios.
• Cerrar con llave la maquinaria cuando no se use y no dejar las llaves al alcance de los niños ni permitir que estos jueguen con ella ni la pongan en marcha.
• No arreglar la maquinaria por su cuenta: realizar el mantenimiento y reparaciones siempre personas cualificadas.
• No utilizar las tomas de fuerza sin un dispositivo de protección alrededor del árbol de rotación, una protección en forma de «U» en la parte prominente del tractor y otra en forma de «O» en el lugar donde se unen a la maquinaria en marcha.
• Eliminar la maquinaria en desuso de forma segura (reciclaje por el proveedor).
• Es muy importante seguir las instrucciones sobre carga y descarga y asegurar bien la carga.
• Planificar el trayecto, teniendo en cuenta cuál es el mejor momento del día o de la noche para las actividades de uso de maquinaria y transporte, el itinerario más apropiado, quién conducirá, cuál es la carga, etc.
• Si en la explotación agrícola hay mucho tráfico, conviene establecer un plan de gestión del mismo, manteniendo separados los vehículos de las personas, instalar señales claras, las entradas y salidas, usar rotondas o sistemas de sentido único, espejos en las esquinas muertas, etc.

Por otro lado, en relación con los tractores, habrá que tener en cuenta una serie de medidas específicas:

• Deberán tener cabina, dispositivo de protección para vuelcos (ROPS) y cinturón de seguridad, botiquín de primeros auxilios y extintor de polvo seco.
• Instalar señales y reflectores en los dispositivos remolcados.
• Recibir formación y formar a todos los operadores en las normas de funcionamiento.
• Saber en todo momento dónde se encuentran las personas que están utilizando un tractor.
• Examinarlo siempre antes de usarlo: neumáticos, estribo, aceite, freno, etc.
• Desconectar la toma de fuerza cuando no se esté usando o cuando se realicen actividades en el suelo o en el tractor.
• Mantener en su sitio las pantallas de protección y medidas de seguridad.
• No poner combustible con el motor en marcha.
• No llevar pasajeros salvo que tenga asiento adicional con cinturón de seguridad.
• Realizar mantenimiento y revisión habitual.

b) Productos fitosanitarios

Los productos fitosanitarios se definen como las sustancias (o mezclas de sustancias) destinadas a prevenir la acción de, o destruir directamente, insectos, ácaros, moluscos, roedores, hongos, malas hierbas, bacterias y otras formas de vida animal o vegetal perjudiciales para la salud pública y también para la agricultura. En paralelo, para el Ministerio de Agricultura (Registro de Productos Fitosanitarios. 10 de marzo de 2022) «(...) los productos fitosanitarios son medios imprescindibles para la producción agrícola, tanto bajo los sistemas convencionales de agricultura, como bajo otros sistemas de agricultura, como la integrada o la ecológica (...). Sin embargo, la utilización de productos fitosanitarios puede tener otros efectos no deseables y es imprescindible que estos efectos no sean en ningún modo peligrosos para la salud humana, ni tampoco que lleguen a presentar niveles de riesgo inaceptables para el medio ambiente, incluidas la flora y la fauna silvestres».

En este punto la evaluación de riesgos ha de basarse en tres factores: la toxicidad del plaguicida (toxicidad de la materia activa, dosis y concentración, mezcla de varios productos fitosanitarios, volatilidad, estados (sólido, líquido y gaseoso), la vía de entrada al organismo y el tiempo de exposición.

En este sentido, resulta relevante destacar que el Ministerio de Sanidad ha actualizado con fecha de 26 de noviembre de 2020, su «Guía sobre los Criterios de evaluación de la estimación de la exposición a productos fitosanitarios, de los operarios, trabajadores, residentes y transeúntes. Año 2020». 

c) Riesgos biológicos

Las personas que conviven de forma cotidiana con el ganado corren un riesgo especialmente elevado de contraer cualquier enfermedad humana que presenta como hospedador intermedio o como vector un animal (zoonosis).

Las enfermedades más comunes asociadas al manejo del ganado son: brucelosis, tétanos, carbunco, tuberculosis bovina, rabia, toxoplasmosis, leptospirosis, pulmón de cangrejo, etc.

Como medidas de prevención a adoptar fijar:

• Rutinas de higiene estrictas.
• Cumplir el calendario de tratamientos antiparasitarios tanto de los animales de compañía como los de la explotación.
• Correcta henificación y/o ensilado del forraje.
• Conservación del forraje ensilado en adecuadas condiciones de sequedad.
• Adecuada ventilación de cuadras e instalaciones.
• Control y eliminación de roedores de las instalaciones.
• Fijar una rutina en supuestos de mordedura de un animal: limpieza metódica de la herida y vacunación antitetánica, si procede.
  • Animales domésticos: además, solicitud o análisis del certificado de vacunación y cuarentena del animal.
  • Animal silvestre: intentará matar al agente causante de la mordedura, introducir en una bolsa de plástico y mantener en una cámara frigorífica para posibilitar su estudio.

d) Agentes físicos

Una gran parte de las tareas propias del sector agrario se desarrollan al aire libre, sin instalaciones fijas y en lugares aislados, lo que supone que el colectivo estará expuesto a factores de riesgo característicos relacionados con el medio natural (exposición al calor, frío, radiación solar, etc.).

Medidas preventivas:

• Reponer líquidos y electrolitos perdidos.
• Ropa de trabajo ligera que permita la transpiración en caso de calor al igual que utilización de utilizar gafas, guantes y cremas protectoras frente a la radiación ultravioleta.
• Ropa de trabajo y equipos de protección: guantes, ropa de abrigo, ropa y botas impermeables al agua en caso de que el trabajador pueda mojarse, en caso de frío.
• Ropa de trabajo y equipos de protección individual: utilizar ropa apropiada de tejido tupido y, lo que es más importante, un cubrecabezas (si es posible) con ala para reducir aún más la exposición de la cara y el cuello, en caso de exposición a la radiación solar

e) Trastornos musculoesqueléticos y condiciones ambientales

Debidos a la manipulación manual de cargas, posturas forzadas y/o trabajos repetitivos.

f) Vigilancia de la salud

Los reconocimientos médicos, dentro de la relación laboral, se articulan como una expresión del derecho del trabajador a la vigilancia de su salud.

Como en otras profesiones, es necesario incidir en las acciones de vigilancia de la salud y en el seguimiento de los protocolos que ayuden a detectar las relaciones causa-efecto entre la actividad laboral y los síntomas que presentan los trabajadores. 

El art. 22 de la LPRL establece que «el empresario garantizará a los trabajadores a su servicio la vigilancia periódica de su estado de salud en función de los riesgos inherentes al trabajo». Así, está obligado, una vez llevada a cabo la evaluación de los riesgos y la planificación de la acción preventiva, a verificar y comprobar los resultados de estas actividades, vigilando periódicamente el estado de salud de los empleados, si fuera necesario para averiguar la influencia de los peligros específicos del puesto de trabajo, así como su adecuación o no a él.

Siguiendo el art. 37.3 del RSP, se llevará a cabo inicialmente, después de la incorporación al trabajo o de la asignación de tareas específicas con nuevos riesgos para la salud, cuando se reanude el trabajo tras una ausencia prolongada por motivos de salud, a intervalos periódicos.

Las pruebas médicas más comunes en los reconocimientos médicos del sector son: electrocardiograma y las pruebas específicas, que se realizan a casi el 100 % de los trabajadores que pasan los reconocimientos médicos.  

g) Invernaderos

Se entiende por invernadero «una estructura de plástico que retienen el calor y la humedad y permiten cultivos fuera de temporada y varias cosechas anuales», lo que supone una exposición a condiciones climatológicas especiales que pueden incidir sobre la salud de las personas trabajadoras (Estudio del impacto sobre la salud de las condiciones climatológicas a las que están expuestos los trabajadores del sector agrarios. Fundación para PRL).

En concreto, el estrés térmico es uno de los principales riesgos para los trabajadores en invernaderos, toda vez que: «las condiciones de temperatura y humedad que se alcanzan en el interior de los invernaderos hacen que el trabajo exigido por la tarea que se realiza, unido a las características propias del individuo, se pueda superar el nivel máximo admitido para que no exista acumulación de temperatura en el organismo que provoque el golpe de calor». Medidas preventivas:

• Las cubiertas que son normalmente utilizadas en los invernaderos suelen actuar de filtro de la radiación UV del sol, sin embargo, es recomendable la utilización de protectores solares para prevenir quemaduras en la piel.
• Protección de la cabeza mediante sombreros para limitar la captación de calor por la irradiación solar directa.

h) Los EPI

Si la protección colectiva no es posible, se recurrirá a la protección individual. Los EPI más utilizados en el sector son: protección de manos (guantes), protección ocular (gafas), protección de las vías respiratorias (mascarillas), protección de pies (calzado) y protección auditiva (tapones).

CUESTIÓN

1. Un agricultor remolcó una carga de balas de heno con un tractor sin molestarse en atar o sujetar las balas para evitar que cayeran, al tener que recorrer una distancia corta. Al tomar una curva en la vía pública desde la propiedad hasta el pueblo, se le cayeron varias balas del remolque y, aunque se retiró a un lado de la carretera, el coche que venía detrás chocó con las balas y cayó por un precipicio que bordeaba la carretera y murió.

Actuaciones que debería haber realizado el agricultor: una evaluación de riesgos para conocer los riesgos y determinar las medidas a adoptar.

- Riesgos: pérdida total o parcial de la carga; accidente de circulación por la caída de las balas; contacto con cables aéreos o árboles; pérdida de control del vehículo por exceso de carga.

- Probabilidad de riesgo: alta por llevar una carga excesiva y muy alta, no atada ni sujeta.

-Consecuencias posibles: accidente, lesiones o, incluso, la muerte.

- Medidas preventivas (de control): haber apilado de forma estable la carga; haber sujetado debidamente las balas de heno al remolque; haber evitado la altura excesiva de la carga; haber utilizado una vía tranquila con nada o poco tráfico y sin precipicios o riesgo de caída de altura.